Cuatro amigos que no se habían visto en 30 años se reencontraron en una fiesta. Después de unas copas, uno de ellos necesitó ir al baño. Los que se quedaron comenzaron a hablar sobre sus hijos. A pesar de no haberse visto en tres décadas, durante una animada reunión, cuatro viejos amigos retomaron la conversación como si el tiempo no hubiera pasado. Mientras las bebidas seguían fluyendo, el tema cambió a sus hijos, quienes eran exitosos, ricos y extremadamente generosos. Uno por uno, los orgullosos padres hablaron de los lujosos regalos que sus hijos habían hecho a sus mejores amigos.

Pero cuando el cuarto amigo contó su historia, la habitación quedó en silencio. Su revelación sorprendió a los demás y cambió por completo el tono de la charla.

El chiste dice así: Cuatro amigos que no se habían visto en 30 años se reunieron en una fiesta. Después de unas copas, uno de ellos necesitó ir al baño. Los que se quedaron comenzaron a hablar de sus hijos.

El primero dijo: “Mi hijo es mi orgullo y mi alegría. Comenzó trabajando desde abajo en una empresa muy rentable. Estudió Economía y Administración de Empresas y rápidamente ascendió en la compañía, hasta convertirse en el presidente. Se hizo tan rico que le regaló a su mejor amigo un lujoso Mercedes por su cumpleaños.”

El segundo comentó: “¡Vaya, eso es genial! Mi hijo también es mi orgullo y mi alegría. Empezó trabajando para una gran aerolínea y luego fue a la escuela de vuelo para convertirse en piloto. Con el tiempo se convirtió en socio de la empresa, y ahora posee la mayoría de sus activos. Es tan rico que le regaló a su mejor amigo un avión nuevo por su cumpleaños.”

El tercer hombre exclamó: “¡Eso está excelente! Mi hijo asistió a las mejores universidades y se convirtió en ingeniero. Luego fundó su propia empresa de construcción y se hizo multimillonario. También le regaló a su mejor amigo una preciosa y costosa mansión de 30.000 pies cuadrados por su cumpleaños.”

Los tres amigos se felicitaron entre sí justo cuando el cuarto amigo salió del baño y preguntó: “¿Por qué tantas felicitaciones?” Uno de los tres respondió: “Estábamos hablando de lo orgullosos que estamos de los logros de nuestros hijos. ¿Y el tuyo?”

El cuarto hombre dijo: “Mi hijo es gay y trabaja como stripper en un club nocturno.” Los tres amigos comentaron: “Qué pena… qué decepción.” El cuarto hombre respondió: “No, no me avergüenzo. Es mi hijo y lo amo. Además, no le ha ido nada mal. Su cumpleaños fue hace dos semanas, y sus tres novios le regalaron una impresionante mansión de 30.000 pies cuadrados, un avión nuevo y un lujoso Mercedes.”